SISTEMAS DE ALMACENAMIENTO DE ENERGIA
Conseguir almacenar energía con elevadas densidades de energía y potencia, junto con elevados rendimientos, constituye uno de los principales campos de investigación que se tienen actualmente. Se busca conseguir la mayor acumulación posible de energía, mediante el mínimo peso y volumen posible, junto con tiempos de carga y descarga adecuados a cada aplicación.
Como ya hemos comentado, en artículos relacionados con el coche eléctrico, estos trabajos de investigación encaminados a obtener una batería, cuyas características deben ir enfocadas a mejorar su autonomía, su peso y tiempo de recarga. Por tanto, las consecuencias de desarrollar un producto con dichas cualidades, supondría el último impulso para consolidar el coche eléctrico en el mercado automovilístico, y por ende, en la sociedad.
Sistemas de almacenamiento de energía existentes en la actualidad son los siguientes:
- Baterías de flujo (Pilas de combustible regenerativas)
Una pila de combustible reversible almacena y libera electricidad por medio de una reacción electroquímica, que ocurre cuando el electrolito fluye a través de una membrana de la célula.
- Baterías recargables con baterías de alta temperatura NaS
Contienen azufre líquido y sodio separados por un electrolito de cerámica sólido y las baterías de iones de litio (Li-ion) que contienen óxidos de elementos metálicos y de carbono separados por un electrolito que contiene sales de litio.
- Supercapacitadores
Que comprenden dos electrodos de polaridad opuesta que están separados por un electrolito y almacenan cargas eléctricas opuestas de igual magnitud en la superficie de cada placa de electrodos y durante la
descarga se genera una corriente.
- Almacenamiento de hidrógeno
Se electroliza agua en hidrógeno (y oxígeno) y el cual es almacenado en estado comprimido, y el hidrógeno se utiliza para generar energía mediante una pila de combustible o un motor cuando es necesario.
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